Lo único seguro en esta vida es la muerte.
Todo lo demás, todo, está en constante cambio, porque yo, que soy quien interpreta y crea, también lo está.
Ni ideas, ni doctrinas, ni creencias, ni relaciones, ni empleos, ni amigos… Nada escapa al cambio constante.
Por esa razón me quedo con partes, a veces pequeñas, otras más grandes, de todo lo que me llega, y las integro en mí.
Yo soy la resultante hasta el día de mi vuelta a Casa. Allí seguiré.
¡Honor y Gloria, Sangre de Tharsis!