En 2012 estuve 16 días en Egipto.

Ya allí, y antes, había decidido profundamente no volver a encarnar nunca más en este mundo. No conocía la Sabiduría Hiperbórea, ni el Conocimiento Ario, ni a Moyano.

Aunque conocía la diferencia entre alma y espíritu, no tenía una identidad espiritual consciente.

La SH me ha devuelto esa identidad espiritual, haciendo más fuerte mi conexión espiritual conmigo mismo, reconociendo conscientemente lo que soy más allá de Maia, haciéndome más fuerte, más frio: soy un espíritu lejos de casa.